Carla Barría: "Corría 10 minutos con la vocecita en mi cabeza "no puedo más".....

Era el año 2015 y en la empresa donde trabajo existen grupos de afinidad que son voluntarios y extraordinarios cada uno con un enfoque particular, dentro de ellos women’s network que buscar concientizar sobre temas de la mujer y apoyar su desarrollo profesional. Entonces en octubre, por el mes de conciencia sobre el cáncer de mamas, nos impulsaron a participar de la tradicional corrida- caminata de Avon/Falp. No lo pensé dos veces, quería participar porque me parecía un buen motivo, pero caminar 2 kilómetros me parecía pobre o escaso y me pregunté ¿como no voy a poder correr 7 kilómetros?, entonces me apunté en los 7k a pesar de que no hacía deporte desde hace 11 años que había salido del colegio.

Tenía un poquito más de un mes para prepararme, entonces empecé a salir 30 minutos 2 veces por semana, de los cuales caminaba 10 y trotaba 20 con la vocecita en mi cabeza “no puedo más” “quiero parar” “está helado” “tengo sed”... entre otras.

En la oficina comentábamos al respecto y nos reíamos porque habíamos varios optimistas en la misma situación, que no corríamos nada pero no queríamos ir a dar la hora (en buen chileno). En esas conversaciones a modo de broma un compañero de trabajo decía que íbamos a llegar últimas, yo entre risas decía que le iba a ganar a todos los de la oficina y en eso me escucha una compañera de trabajo, Romina, que era maratonista con experiencia, había corrido en Berlín, Nueva York y creo que hasta en Boston en ese minuto, y me dice “yo voy a correr contigo”... y yo quedé súper motivada!... llegó el día de la carrera e hice todo lo que me dijeron que tenía que hacer, tomé bastante agua los tres días antes, comí tallarines el día anterior y dormí 8hrs la noche anterior. Éramos como 15 compañeros de trabajo inscritos, conversamos y calentamos un poco antes hasta que la Romi me dice “ya, vamos a encajonar” y yo con cara de ¿qué es eso?. La cosa es que empezó la música, la cuenta regresiva y partimos, yo andaba con unas zapatillas cualquiera que alguna vez me había comprado en oferta por si me inscribía al gimnasio (cosa que nunca pasó obviamente) y con un reloj digital prestado que solo daba la hora. Íbamos como en la mitad del recorrido y yo iba cansada, entonces miré mi reloj solo para cachar más o menos cuánto tiempo llevaba corriendo porque otra información no había y ahí estaba la Romi retándome en el camino “levanta la cabeza” “bracea” “- ¿puedes hablar? - Si - entonces démosle” “toma agüita acá en el punto de hidratación” “no mires el suelo”...

La cosa es que llegamos a la meta po! Y lo hicimos en un poco menos de 36 minutos que era un súper buen tiempo, incluso creo que quede como en los primeros 20 lugares de la categoría que a pesar de que no es una corrida tan competitiva es súper bueno, entonces la Romi me dijo que lo había hecho bien, que no dejara de correr, yo estaba igual súper contenta, de hecho en la meta estaban hasta mis papas porque yo les había contado todo y ellos que son apañadores y aperados decidieron ir a verme, yo les decía que no era gran cosa que para que se iban a levantar tan temprano, pero ellos quisieron ir y la verdad fue demasiado entretenido ese día.

Desde entonces que corro, ya tengo 2 maratones en el cuerpo y siempre trato de correr la corrida de Avon/Falp porque tiene un lindo significado para mi 💕